Orizaba, Ver.- El cobro de impuestos municipales recibe un nuevo revés, ahora las y los trabajadores sexuales le advierten al alcalde Hugo Chahín que no dialogarán con el gobierno municipal “si se trata de hablar de impuestos, pero si quieren mejorar las condiciones de trabajo, entonces sí vamos”, aclara María de la Cruz Jaimes, presidenta del Colectivo Feminista Cihuatlactolli.
“Desde hace 14 años las entonces autoridades municipales impusieron una cuota mensual que, se acordó, era voluntaria; sin embargo ahora si no se paga entonces se inicia el acoso y persecución en contra de los trabajadores sexuales”.
De paso, el gobierno municipal tiene un aliado que son los dueños de los bares de la ciudad, quienes muchas veces las contratan, les ofrecen salario y comisiones, pero cuando se realizan inspecciones niegan haberlas contratado y se les obliga a pagar una cuota mensual en el ayuntamiento o de lo contrario son despedidas y acosadas por la autoridad municipal”.
“En los recibos oficiales que la autoridad municipal ha expedido de siempre, el pago de la cuota se registra como cooperación voluntaria para obra pública, y se les etiqueta como meseras ambulantes”. Estos conceptos no existen como tales y sin embargo se aplican de esta forma, quien se niega a someterse, agrega, es acosada e incluso detenida.
Agrega que el trabajo sexual se ha visto discriminado, y que un ejemplo es la obligatoriedad que se hace en la ejecución del examen contra el sida, toda vez que, dice, “debe ser voluntario ya que solamente a las trabajadoras sexuales se les exige para la realización de una labor, sabemos que es riesgosa”.
“Para que haya un caso de infección por transmisión sexual tiene que haber dos actores, y en este caso puede ser el cliente, entonces a ellos también se les debe obligar a que se realicen exámenes clínicos”.
Ahora bien, frente a la embestida fiscal que ha emprendido el ayuntamiento, explica que el sector no está en la disposición de contribuir en la economía municipal debido a que las condiciones económicas son bastante difíciles y por ello no es posible, “primero que se mejoren las condiciones en las que trabajan los compañeros”, dijo.
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