19 de febrero de 2011

Irrita a Paulina Muguira escándalo por presunto saqueo de su esposo en alcaldía

La legisladora reprochó y criticó a todos los reporteros que le preguntaban sobre las anomalías en la gestión municipal de su esposo, donde ella fungió como presidenta del DIF en Córdoba ¦ Fotojarocha
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Molesta y apoyada por personal de Comunicación Social del Congreso, la diputada local Paulina Muguira Marenco a empujones buscó evadir las respuestas sobre las irregularidades detectadas a la administración municipal de su esposo, el ex alcalde de Córdoba, Juan Lavín Torres.

La legisladora reprochó y criticó a todos los reporteros que le preguntaban sobre las anomalías en la gestión municipal de su esposo, donde ella fungió como presidenta de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) en Córdoba e, igualmente, se le ha ligado en algunas irregularidades en el manejo de los recursos públicos.

A pesar de ser cuestionada, Paulina Muguira Marenco no dio ninguna declaración directa sobre esta situación y se limitó a culpar a los medios de comunicación sobre las deficiencias financieras que tanto el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) como la Comisión de Vigilancia de la Legislatura detectaron en la cuenta pública 2009 al ayuntamiento de Córdoba, y exigió respeto para ella y su esposo.

La diputada aclaró que no hablaría sobre este asunto “nunca más”, por lo que pidió a los reporteros, no le preguntaran nada al respecto. Si se trataba de otro tema o de su trabajo como legisladora, entonces sí daría información, pero sería a través de un boletin.

Al ser virtualmente cercada en su curul por los reporteros, una empleada de Comunicación Social del Congreso del estado comenzó a empujar a los comunicadores y a amenazarlos con mandarlos a sacar si seguían cuestionando a la diputada acerca del tema de la corrupción en el ayuntamiento de Córdoba, incluso sentenció que ya no habría ninguna declaración por parte de la diputada.

Mientras esto ocurría, sus demás compañeros de bancada la observaban; algunos hasta se reían de la incómoda situación de la diputada, quien no encontraba palabras para repeler los cuestionamientos de los medios de comunicación.

A pesar de la insistencia de que sería conveniente que fijara una posición en torno a las 141 observaciones detectadas a las obras, adquisiciones, pago de sueldos y contrataciones que se efectuaron durante la gestión de su marido al frente del ayuntamiento de Córdoba, la respuesta final de la legisladora fue que no ofrecería ningún comentario al respecto, rechazando cualquier posibilidad de solicitar licencia para que del mismo modo se le investigue a ella por su gestión al frente del DIF en dicho municipio.

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