Por José Miguel Cobián
Dejando a un lado la distracción de la semana que ahora es la de las revueltas populares en el norte de África, vale la pena voltear un poco hacia lo interno, porque parece que ahora nada malo pasa en México.
Comenzando con el control de daños –muy efectivo- por parte de Acción Nacional y la presidencia de la República, después de las filtraciones de wikileaks, las cuales implícitamente afirman que en USA se decidió que Calderón fuera el ganador de la elección en 2006, la sumisión del gabinete entrante y la colaboración y sometimiento de la precandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, al poder allende el norte. Esto acaba con las aspiraciones de Josefina, que la convierten en una candidata a modo para sus opositores, y demuestran que la presidencia tiene un buen control de medios a nivel nacional, pues pocos hicieron eco de lo publicado en la Jornada, el único diario nacional al que le fueron entregados los cables del servicio exterior americano. Ya lo sabíamos todos, pero leerlo en vivo y a todo color es más vergonzante aún, para un país que presume de soberano.
Manlio Fabio Beltrones, con su propuesta de reforma hacendaria sigue poco a poco enamorando a la base empresarial del PAN, pues ahora COPARMEX, CONCANACO y el resto de cúpulas, ven con buenos ojos la propuesta de Manlio, incluso Manuel Clohutier diputado federal panista aprueba y alaba públicamente la propuesta.
Mientras el Secretario de Hacienda gasta nuestros impuestos en cinco agencias de imagen para promoverse –a pesar de haberse autodescartado para la grande en 2012-, sus metidas de pata lo tumban de la carrera interna. Esa afirmación de que con seis mil pesos al mes se puede pagar colegiatura privada, abono del carro, abono de la casa, vestirse, pasear, pagar médico y medicinas y además comer adecuadamente, lo pusieron al borde del precipicio político, y lo hicieron muy célebre, pues muchos mexicanos se burlaron de él y lo ofendieron mediante las redes sociales.
Se informa que cuarenta mil millones de pesos es el monto del lavado de dinero anual en México. Mientras tanto, las autoridades fiscales aprietan a los mismos de siempre, y simulan no ver los grandes negocios de sus patrones. Así crece poco a poco el descontento social y ya podemos comenzar a poner nuestras barbas a remojar con lo que pasa en algunas dictaduras del Islam, parecidas a la dictadura que padecemos desde hace más de ochenta y cinco años en México.
Bien hasta el momento por el control de daños ante la falta de productos alimenticios en el país, el gobierno federal reactiva las exportaciones y subsidia precios, para mantener calmada a la población… La pregunta que surge es ¿Por cuánto tiempo? Esperemos que ya escarmienten en cabeza propia y vuelva el apoyo útil y eficiente para el crecimiento de la producción nacional.
En el asunto de la guerra contra el narco, más y más ciudadanos perciben que no es ¨contra¨ sino ¨entre¨, la palabra adecuada. Pues las complicidades desde las más altas esferas del poder brotan como geiser de Yellowstone (homenaje al oso yogui) en publicaciones especializadas, libros, filtraciones de gobiernos extranjeros, análisis de seguridad de las potencias y comentarios de los involucrados. Triste destino de este sexenio en la historia del país. Con una guerra con miles de muertos, pero ningún efecto en el combate real a las fuentes de financiamiento y movimiento de dineros, y mucho menos freno a la importación de armas desde USA, como si el propio gobierno mexicano requiriera de la imagen de combate al narco, pero solapando todos los negocios colaterales, cuando menos de un grupo, en perjuicio de los otros. Se recomienda la lectura del libro ¨los señores del narco¨ de Anabel Hernández para entender los orígenes y ramificaciones en la unión americana de este redituable y peligroso negocio.
Como de costumbre la sociedad mexicana, los ciudadanos de este país, vemos y nos entretenemos con lo que sucede, aunque nada hacemos para cambiar el rumbo de los acontecimientos. ¨El que permite es cómplice¨.
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