FERNANDO INÉS CARMONA
Orizaba, Ver.- Las privatizaciones de empresas públicas incrementaron los abusos y la ineficacia en los servicios, con la participación de capital privado en Pemex se corre el riesgo de que la empresa sea desplazada del mercado nacional y extranjero, pese a que de su funcionamiento dependen los programas de asistencia social, refirió Andrés Gómez Ojeda, dirigente del Frente Popular Revolucionario (FPR).
Sobre las consecuencias históricas que dejaron las privatizaciones en el país, indicó que “la política de privatización de las empresas estatales fue extremadamente salvaje en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Entonces se privatizaron más de 90 por ciento de la mil 500 empresas estatales, con el argumento de que debía reducir el gasto gubernamental, la mayoría de esas empresas del Estado fueron vendidas por un precio muchísimo menor a su valor real a empresarios que hoy destacan en la lista de los más ricos del mundo. Sin embargo, los servicios de estas empresas se han caracterizado por su ineficiencia y abusos contra el consumidor”.
Teléfonos de México a la postre “convirtió a Carlos Slim Helú en 1991 en el hombre más rico del mundo. La empresa telefónica dominante en México es siempre blanco de críticas por sus prácticas desleales, mal servicio, abusos en sus tarifas y por su retraso tecnológico con respecto a otras telefónicas del mundo”.
Otro caso es el de Inmevision, que en 1993 la adquirió Ricardo Salinas Pliego, “y que hoy es la segunda cadena de televisión más importante del país, pero cuya programación es de pésima calidad en producción y contenidos”.
La privatización de la banca es la más famosa y que más daño le ha hecho al país, “hoy los bancos en México dan un pésimo servicio, cobran la tasa de interés más altas del mundo y ofrecen un bajo rendimiento en el ahorro. Banamex es de los más representativos. Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú compraron el Banco Nacional de México al gobierno de Carlos Salinas en 1992”.
Harp Helú ganó millones de dólares en 2001 cuando Citigroup compró Banamex, pero ahora este banco ofrece un servicio que usualmente causa descontento entre los usuarios, “aplica altas tasas de interés en los préstamos y cobros por transferencias que nunca fueron realizadas son algunas de las perlas del llamado Banco Nacional de México, contrariamente al nombre que lleva esta institución financiera, les pertenece a los extranjeros”.
“La privatización de los bancos nacionales potencializo la catástrofe del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobraproa) en 1998, cuando el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, ante el temor de una nueva crisis, convirtió en deuda pública los pasivos de los fondos que sirvieron para rescatar a los bancos privados y cuyo monto ascendió a 552 mil millones de pesos de entonces”.
Así, tenemos más ejemplos, “ahí está el caso de la privatización de los ferrocarriles a los mexicanos, que en nada beneficio a los mexicanos, ahora con las reformas estructurales educativas y energéticas del actual gobierno de Enrique Peña Nieto se confirma esta política neoliberal que lejos de beneficiar a los mexicanos sólo provocará mayores problemas económicos”.
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