8 de febrero de 2016

DESAPARECIDA LA REPORTERA DE ORIZABA, ANABEL FLORES

Columna: Fuera de Foco 
Se confirma la lamentable información que la reportera del Sol de Orizaba, Anabel Flores Salazar ha sido su sustraída de su domicilio por elementos vestidos de “militares” -que a nuestro sentir y por la forma de operar actualmente por la policía estatal de Bermúdez Zurita, podrían referirse a ellos pero disfrazados- el día de hoy en la madrugada. Ella atendía la sección de policíaca en dicho medio informativo y se desconoce su paradero. Lo único que sus familiares advierten que al parecer ésta fue detenida por sacada por sujetos de su vivienda.

Indican que la periodista tiene su domicilio ubicado en Río Lerma #5 de la Unidad Habitacional Puerta Grande del municipio de Mariano Escobedo. Al lugar arribaron tres camionetas con alrededor 10 sujetos vestidos con indumentaria militar, chalecos y cascos, quienes venían fuertemente armados, ingresaron al domicilio para llevársela asegurando una orden de aprehensión que al parecer jamás mostraron. No sabe hasta el momento su destino, pero se teme por su integridad física, luego de los terribles sucesos vivimos en Tierra Blanca Veracruz, en donde policías estatales, desaparecieron a los cinco jóvenes de Playa Vicente y luego se lavaron las manos argumentando que los entregaron a un grupo delincuencial.
La periodista, Anabel Flores Salazar, laboró en el periódico “El Buen Tono” propiedad del político, José Abella, como también en el Mundo de Orizaba. Tiene dos hijos, uno literalmente recién nacido.
Indudablemente este hecho es más ya indignante. ¿Qué pretende Javier Duarte con la hostilidad en contra de los periodistas de Veracruz? ¿No se le hacen suficiente el daño que ha ejecutado en contra de la prensa? ¿No se le hacen suficientes 16 periodistas asesinados?
El barco se le hunde a Javier Duarte
Al parecer no tan sólo dinero el gobierno del estado le ha robado a los veracruzanos. Dentro del paquete también se fue la tranquilidad de caminar por sus calles en la madrugada y sentir –por el cúmulo de personas que paseaban a la misma hora- que eran las 10 de la mañana o dos de la tarde. También Fidel Herrera y Javier Duarte se robaron las tradiciones, proveniente de la fiesta más importante del estado, que es el Carnaval.
El negocio que año con año hacían en el Carnaval –y que jamás los ayuntamientos han reportado a los ciudadanos en qué gastaron las ganancias- se ha ido desmoronando por la corrupción que cada día es más insoportable y que ejecutan tanto el gobierno del estado como el municipio encargado de llevar a cabo dicha festividad. Son un grupo determinado de ciudadanos que pretenden “disfrutar” lo que se ha convertido, una verdadera fiesta de la carne, dónde se permite todo, hasta robar enfrente de la misma “Fuerza Incivil” y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Pero únicamente los ciudadanos han perdido los espacios públicos. Actualmente el gobernante en turno –si es que a eso se le puede llamar gobernar- Javier Duarte de Ochoa no vive tranquilo. No duerme a pierna suelta, porque cada día el repudio social se está acrecentando a causa del hurto que tan cínicamente ha perpetrado. El término de su mandato está próximo a concluir y no ha podido “amarrar” políticamente su salida.
Las fiestas carnestolendas eran antiguamente no tan sólo una celebración social. En ella, quienes ocupaban puestos políticos aprovechaban para “darse baños de pueblo”, sino que también les daba la oportunidad de sentir el “clamor” a su favor de quienes asistían a los paseos de los carros alegóricos. Fidel Herrera Beltrán fue el último gobernante que se regocijaba en las fiestas carnestolendas. “La Nauyaca” se desplazaba entre la gente, abría los desfiles caminando al frente, se hacía rodear de personas con bastante hambre, para sentirse admirado y adorado; a cambio, él siempre traía consigo “tajos” de dinero para repartirlos entre su “concurrencia”. Los zalameros recibían las dádivas de quien se sentía “Dios”.
Al contrario de su padre “putativo”, Javier Duarte de Ochoa, gobernador del estado de Veracruz, ha logrado unir al pueblo veracruzano, pero en su contra. El repudio ha crecido a tal grado, que ha alcanzado a todos los estratos y sectores tanto empresariales y productivos. A todos a robado, a todos los ha perjudicado.
A causa de ello, el ejecutivo estatal se ha visto en la necesidad de esconderse de la sociedad, por el temor de ser objeto del escarnio no tan sólo en el estado, sino a nivel nacional e internacional. Los colectivos de familiares de desaparecidos no ponen “en saco roto” cualquier oportunidad de acusarlo de “asesino”. Tiene muy presente lo sucedido el 23 de octubre del 2015, cuando se presentó a realizar un promocional a favor del municipio de Orizaba, el cual busca alcanzar la denominación de “Pueblo Mágico”. Ahí  la Araceli Salcedo –madre de Rubí Fernanda Salcedo Jiménez, desaparecida el 7 de septiembre del 2012- hizo que el mundo entero conociera de sus bajezas. Lo grabaron en video en el Sol de Córdoba y como pólvora, se difundió a todas partes del mundo.
La sociedad está dispuesta a demostrar su falta de honradez, su falta de humanidad. Lo exhibe como lo que es, un gobernante sin calidad moral, sin ética, sin un gramo de inteligencia, sin criterio político. Lo exhibe como un verdadero orangután de la política. Un verdadero psicópata social.
Es la razón por la que ayer, Javier Duarte de Ochoa no asiste a los eventos públicos. Le teme a la sociedad. Les teme a todos aquellos que tienen cuentas pendientes con ellos. Y la lista es muy larga.
Ayer mismo, el Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines de la ANUIES, difundió en diferentes medios de comunicación nacional, un desplegado firmado por 60 rectores, los cuales le reclaman al gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, la falta de pago de 2, 251.6 millones de pesos, correspondientes a 1,799 millones de subsidio estatal y 451.7 millones de subsidio federal, a la Universidad Veracruzana.
Entre los firmantes del reclamo, están la UNAM, el IPN, la UAM, el Colegio de México, el CIDE, el colegio de Posgraduados, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, la FLACSO, el CIESAS, el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico, el Instituto Luis Mora, así como universidades y tecnológicos de todo el país.

Pero este sujeto ya perdió la capacidad de la vergüenza. Javier Duarte de Ochoa en lo único que piensa es en huir del país. No dudo amable lector que dentro del hurto que ha perpetrado en contra de todos los sectores, también se encuentren en la lista a personajes de la delincuencia organizada. Tampoco dudo, que el convenio para salvar su triste y patética humanidad es dejarles delinquir con “manga ancha” como lo están haciendo en este momento. 

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