Luis Ramírez Baqueiro /
“Cometer un error y no corregirlo es otro error.” – Confucio.
No cabe la menor duda de que Veracruz tras
11 años de Fidelduartismo se convirtió en nicho y guarida de toda clase de
delincuentes, atrás quedaron los años de paz social y remanso que representaba
la provincia veracruzana, la cual se erige en nido de ampones y delincuentes.
Con el inició de la guerra en
contra del crimen organizado que orquesto el gobierno panista de Felipe
Calderón los mexicanos tuvimos que padecer la ola de violencia y crimen que
conllevó a la muerte de cerca de 121 mil muertos, convirtiendo a México en un
verdadero camposanto.
Ahora con la serie de
detenciones ocurridas recientemente en Veracruz, se comprueba que por mucha
policía acreditable, mucha Fuerza Civil, los grupos criminales parece
decidieron llegar para quedarse, a menos que el gobierno federal ponga un alto
a esta expansión delictiva.
Con la reciente detención este
martes del supuesto jefe de plaza del Cartel de los Zetas, José Márquez
Balderas, alias “El Chichi”, las autoridades estatales tanto de la Fiscalía
General del Estado (FGE) al mando de Luis Ángel Bravo Contreras, así como de la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Arturo Bermudez Zúrita tendrán mucho
que explicar, pues se confirma que alguien ha estado mintiendo sistemáticamente
a los veracruzanos.
Y es que con su aprensión, se
cae por tierra la versión dada el 13 de agosto de 2015, en donde la FGE
señalaba en su comunicado oficial, que habrían sido ejecutadas 6 personas en el
bar “La Taberna”, en el municipio de Orizaba, entre las cuales se encontraban,
entre otros, José Márquez Balderas “El Chichi” y el ex reportero de Telever,
Juan Heriberto Santos Cabrera.
Si a este hecho sumamos también
que recientemente habría sido detenido Francisco Navarrete, presunto líder de
la delincuencia organizada en Tierra Blanca, el cual afirman versiones
periodísticas habría sido coordinador de campaña del actual diputado federal
priísta Tarek Abdalá, más grave se vuelve el asunto.
Los cuestionamientos surgen por
si solos ¿Estamos ante la presencia de la infiltración real del crimen en las
esferas del poder? ¿Quién protege a delincuentes, y a cambio de qué? Son tan
solo algunas de las preguntas que deberán responder las autoridades.
Recientemente se dio a conocer
que el Estado de Veracruz ya es el segundo lugar en número de ejecutados en
estos últimos meses por lo que las autoridades federales deben reforzar o
cambiar la estrategia que se había implementado hasta estos momentos debido a
que la ciudadanía está indefensa ante la actuación impune de la delincuencia,
habría señalado Santiago Roel fundador de la organización Semáforo Delictivo.
Dijo que 9 de cada 10
homicidios en el estado son realizados por el crimen organizado colocando a la
entidad en índices altísimos de ejecuciones, y las cifras se siguen
incrementando.
Lo alarmante es que Veracruz se
posiciona por arriba del estado de Michoacán, no en número total de ejecutados,
pero sí de ejecuciones derivadas con la delincuencia organizada.
La tasa nacional de homicidio a
nivel nacional en el 2015 es de 14 y Veracruz aparece con 7.4, más de la mitad
de lo que sucede en el país completo.
Los municipios con tasas más
altas de homicidios son: Pánuco con una tasa de 27; casi 28 homicidios por cada
100 mil habitantes, Cosamaloapan con una tasa de 26 homicidios por cada 100 mil
habitantes, Tierra Blanca con 20.
El propio Santiago Roel ha
detallado que en los robos de vehículos se tuvo incrementos específicamente en
los municipios de Córdoba, Poza Rica, Fortín, Minatitlán, Coatzacoalcos,
ligados a la delincuencia organizada.
En materia de secuestros se
colocan en los principales municipios Acayucan, Cosoleacaque, Minatitlán,
Emiliano Zapata, Martinez de la Torre, Córdoba y Orizaba.
Por último Santiago Roel
sostiene “El mercado negro de las drogas nos genera no solamente violencia de
alto impacto sino también corrupción de alto impacto entonces al rato tenemos a
la autoridad trabajando en equipo plenamente con estos grupos del crimen
organizado, que es lo que presuntamente está sucediendo en Veracruz”.
La presencia de las autoridades
federales en Veracruz es la evidencia de que en el altiplano, se cansaron ya de
sostener la mala estrategia de seguridad del gobierno Duartista y no permitirán
que se les cuelguen más medallitas, por lo que Enrique Peña Nieto no pretende
se le culpe de un nuevo Ayotzinapan en el caso Tierra Blanca.
Al tiempo.
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