Cerca de 300 activistas, ciudadanos y miembros de organizaciones civiles partieron en silencio desde Cuernavaca, Morelos, rumbo a la capital mexicana para exigir el fin de la violencia.
El poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue encontrado muerto en un automóvil en marzo junto con otras seis personas, encabeza la llamada Marcha Nacional por la Paz y la Justicia, que abarcará algo más de 80 kilómetros.
Activistas de otros estados como Julián Lebarón, de Chihuahua, Patricia Duarte, madre y representante de los padres que perdieron a sus hijos en el incendio de la guardería ABC en el estado norteño de Sonora, Olga Reyes, familiar de la activista chihuahuense asesinada Josefina Reyes, así como familiares de Marisela Escobedo, de Chihuahua, se sumaron a la convocatoria de Sicilia.
En la Glorieta de la Paz de Cuernavaca y poco antes de emprender camino, el poeta apeló al presidente mexicano, Felipe Calderón, después de que éste emitiera este miércoles un mensaje a través de una cadena nacional, en el que dijo que la violencia no terminaría con con "salidas falsas".
"El presidente parece que no entendió, parece que no ha oído, que no le han pasado bien los reportes de la prensa, ni declaraciones, y declaraciones de mucha gente que estamos encabezando esto, parece que está mal informado, parece que no me oyó cuando lo visité en Los Pinos", dijo ante los medios.
Calderón declaró que “hay quienes, de buena o de mala fe, buscan detener la acción del gobierno”, pero sostuvo que es necesario perseverar en la lucha anticrimen, así como fortalecer a las policías, las secretarías de seguridad pública y las procuradurías de justicia del país.
“Estos son cambios que requieren tiempo y un gran esfuerzo para cristalizar”, dijo. “Es indispensable tu comprensión y tu apoyo, el apoyo de toda la sociedad”.
El poeta, que ha generado una reacción nacional contra la violencia, explicó que no puede cumplir con la petición del presidente porque no puede comprender su guerra.
"Nosotros también pedimos comprensión, no podemos comprender una guerra mal planeada, una guerra mal dirigida, no podemos comprender que no entienda que los delincuentes están allá afuera. Si están allá afuera, es porque las instituciones y el Estado están cooptados", señaló.
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