COMUNICADO DEL TINAM
México, DF a 08 de marzo de 2014.
A
los medios de comunicación nacional e internacional:
A
los organismos defensores de los derechos humanos:
A
las organizaciones populares, democráticas e independientes:
Al
pueblo en general:
8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
PROLETARIA
Las condiciones de
pobreza y miseria en la que nos debatimos como clase trabajadora tienden a
agudizarse, producto de la política neoliberal que ha impuesto el imperialismo
a nivel mundial. En nuestro país se han impuesto leyes neoliberales en
detrimento de las masas populares, reforzando los grilletes de la esclavitud
moderna. Ante tal situación es una tarea ineludible la unidad de todos los
sectores en lucha, pero sobre todo, la decisión de transformar las condiciones
actuales de hambruna, miseria y explotación; necesidad que requiere el concurso
de hombres y mujeres, como sujetos sociales llamados a sacudirse los yugos de
la explotación capitalista.
En esta crisis
estructural del capitalismo, bajo el régimen neoliberal actual, es una
necesidad política no obviar las fechas históricas donde como pueblo se ha
tomado un papel activo y decisivo para arrancar al explotador derechos mas
elementales del hombre, en ese contexto se enmarca el Día Internacional de la
Mujer Proletaria, donde la mujer como sujeto social asumió un carácter de
clase, para desarrollar y coadyuvar adecuadamente desde las distintas
trincheras, en las más diversas formas de lucha popular, por la
emancipación total del proletariado.
Los acontecimientos
históricos afirman lo expuesto, que cuando la mujer comprende su condición
social y carácter de clase, actúan y asumen su papel en la lucha de clases:
Flora Tristán (socialista utópica) la tildaban de canalla, a la comunista Clara
Zetkin como “la perra rabiosa”, la Sra. Margarita Magón “madre de los
hermanos Flores Magón, quien respondió al emisario de Porfirio Díaz
que prefería ver a sus hijos muertos antes que abandonar sus ideales,; y así
podemos enlistar interminablemente ejemplos de congruencia y combatividad
cuando se comprende la necesidad de asumir su papel histórico en la sociedad.
La mujer proletaria ha
ejercido un papel histórico dentro del desarrollo de la lucha de clases,
diversas han sido las tareas y actividades que han desarrollado en la lucha por
la liberación de los pueblos: participar activamente en las organizaciones
populares, políticas y revolucionarias al lado de sus hermanos de clase. Estas
condiciones se mantienen y exigen por tanto, definir el papel como mujeres ante
la actual coyuntura política de embestida neoliberal.
La condición de la mujer
en la sociedad no obedece a la lucha entre sexos, situaciones culturales,
raciales, étnicas o de género, se debe reconocer primero el lugar
que ocupa en el modo de producción capitalista y en función de ello asumir la posición
de clase a la que pertenece, por tanto, la mujer como sujeto social que
pertenece a la clase proletaria es sometida a las relaciones de producción
burguesas como a todos los sectores que pertenecen a esta clase, luego
entonces, no es la doblemente explotada y oprimida, como se quiere hacer ver
desde posiciones postmodernistas.
La violencia contra la
mujer es una extensión de la violencia que genera el modo de producción, donde
la fuerza de trabajo, sea de un hombre o una mujer, es sometido a una
explotación exacerbada y se reproduce exactamente en la misma cotidianidad, de
tal modo que la violencia del Estado alcanza a hombres y mujeres. En la familia
se reproduce en función de quien asume el sustento económico y más allá de
estos límites, donde como individuos se nos enajena para vivir en y para el
consumo.
Con lo anterior queremos
decir que reducir la violencia al solo aspecto de sus efectos, es decir, donde
en un hogar los salarios de ambos padres no alcanza para lo más indispensable y
producto de ello se entablen discusiones que no encontrarán solución mientras
se siga en este modo de producción capitalista, se evaden las causas que se
encuentra en la crisis económica actual, que con su régimen neoliberal pasan el
costo de la crisis a las masas trabajadoras. Esta posición no abona a dar
claridad al pueblo para poder asumir su papel histórico en la presente etapa de
lucha. La violencia proviene del Estado y esta alcanza a todos los sectores
populares, sin distinguir sus rasgos faciales, culturales o genero.
No compartimos las
posiciones indigenistas que por su parte victimizan a la mujer, suponiendo que
esta, por su condición de indígena es más violentada que los demás sectores de
la sociedad, como si la violencia se ejerciera más hacia un sector o grupo; este
tipo de conceptos posiciona al indígena fuera de sus capacidades creadoras e
intelectuales como sujeto social; por otro lado, se le idealiza en cuanto a sus
costumbres y tradiciones, con ello se le folkloriza, y se abona a la
mercantilización de las prácticas “tradicionales y culturales” impulsadas por
ideólogos afines al capitalismo.
Ante la escalada
represiva ejercida por el Estado contra los sectores organizados más combativos
y al conjunto del movimiento popular, exige a la unidad de esfuerzos de todo el
pueblo, que confluya en un solo torrente de lucha por el socialismo. Es
necesario, por tanto, el concurso de la mujer junto con el hombre,
reconociéndose como parte de una clase social y no en una lucha estéril
sexista, que solo abona a la dispersión y atomización del movimiento popular.
La explotación voraz
capitalista ha degradado al ser humano, al extremo de que nos ha sumergido
a un proceso de enajenación como clase trabajadora, donde no somos capaces de
reconocernos como seres humanos, sino como un apéndice de la maquina en la
producción; fomentando el cretinismo social, luego entonces, la mujer no se
excluye de este fenómeno y en sus actitudes es donde se refleja si está del
lado del opresor o del oprimido.
Este proceso de
enajenación impide identificar a los verdaderos responsables de la pobreza y
miseria en el país, los que cometen y validan los crímenes de Estado en contra
del pueblo y de los luchadores sociales, los que cometen las desapariciones
forzadas como política de Estado.
El divisionismo engendrado
en las comunidades, los conflictos intrafamiliares, intercomunitarios y entre
comunidades son expresiones de la Guerra de Baja Intensidad (GBI), política
contrainsurgente que nos conduce a la lucha fratricida entre hermanos de clase,
provocando desplazamientos forzados y la creación de nuevas bandas
paramilitares al servicio del Estado nutridas por sectores populares
desclasados.
La apropiación de tales
prácticas, trae consigo, la desviación de conquistar nuestros objetivos
históricos y de clase, además la deshumanización, el desclasamiento y la
mediatización de los sectores organizados en lucha dando lugar a la cooptación
del Estado y en consecuencia el aplazamiento de la lucha popular tornándola aún
más cruenta.
En el contexto actual de
la imposición de las leyes neoliberales, resulta más evidente que la represión,
la persecución de luchadores sociales, los detenidos desaparecidos y presos
políticos, la explotación económica… tomarán cauces jamás vistos, debido a la
lógica y voracidad del capital, es decir, mediante el robo y la rapiña se
pretende superar esta crisis en detrimento de las masas trabajadoras. Se espera
entonces, la explotación vía precios, el despojo de tierra en manos de
campesinos y el recrudecimiento de la violencia del Estado con la
institucionalización del paramilitarismo y la militarización.
En ese sentido la mujer
no ha sido ajena en la lucha por la recuperación de la tierra, por la libertad
de los presos políticos, por presentación con vida de los detenidos
desaparecidos, por la defensa de los derechos humanos y constitucionales, en
rechazo a las reformas neoliberales hoy convertidas en leyes… su lugar lo ha
construido al fragor de la lucha de clases al igual que todos los sectores
explotados, por tanto no hay lugar para posiciones sexistas o de género.
Resulta absurdo que se
tomen como grandes conquistas históricas que ahora la mujer será considerada
con el 50% de las planillas en la lucha por las curules en el legislativo. Como
mujer no se es un sujeto abstracto y las hay también explotadoras; el eufemismo
de “la cuota de género” debe ser considerado una ofensa, ya que más que una
vulgarización de la lucha histórica de la mujer, la reduce a los estrechos
marcos de la política burguesa.
En la actualidad ya no se
lucha por el reconocimiento como un ser social, ese lugar se ha conquistado ya
al fragor de la lucha de clases y concretamente junto con los hermanos de
clase. Es momento entonces de organizarse para combatir el este régimen
oprobioso que esclaviza y enajena al hombre, que lo despoja de sus capacidades
creadoras, que nos reduce cada vez más a la condición de piltrafas humanas.
Es necesario
entonces desterrar los prejuicios, vicios y actitudes propios del capitalismo
como el sectarismo y sectorización de las demandas, donde se antepone como
objetivo principal la simple igualdad de género que no es más que la lucha
entre sexos, la aceptación de los conceptos postmodernistas que niegan la lucha
de clases y hacen creer que el culpable es el hombre que vive en casa. Con esto
no se quiere obviar la violencia contra las mujeres, pero ésta será siempre
patente del Estado y se manifiesta en todas sus formas.
Como organizaciones que
conformamos parte del movimiento popular la mujer y el hombre en la lucha
popular deben asumir una actitud combativa ante la política impuesta por el
régimen neoliberal, esta la deben realizar en el terreno de los hechos y no
sólo en el discurso. Con la politización y culturización del pueblo se debe
asumir una conciencia de clase, que nos conduzca a un proceso de reeducación
para despojarnos de conceptos tradicionales y prejuicios que nos atan en
nuestra vida diaria.
Entendiendo que la
libertad a nadie se le tiene que pedir, la debe forjar en el los hechos en la
organización popular. Como mujeres en necesario organizarnos como sector pero
en lucha franca y abierta contra el régimen neoliberal, para luchar por transformar
las condiciones de vida de nuestro pueblo.
Conminamos a todo el
pueblo a realizar actividades para no dejar pasar por alto estos momentos
históricos. Este 08 de marzo estaremos realizando actividades políticas en
Michoacán, Chiapas, Hidalgo, Veracruz, Puebla y DF.
¡A organizarse contra el régimen
neoliberal!
¡Por la presentación con vida de todos los
detenidos desaparecidos por el régimen!
¡Libertad inmediata a todos los presos
políticos y de conciencia en el país!
¡Alto a la militarización y paramilitarización
en el país!
¡Alto a la criminalización de la pobreza y
protesta popular!
¡Todos a organizarnos contra el régimen
neoliberal!
¡8 de marzo no se olvida, Es de lucha y de
protesta!
Frente Popular Francisco
Villa Independiente (FPFVI), Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT),
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos, Campaña
Nacional Contra la Desaparición Forzada, Frente Nacional de Lucha por el Socialismo,
Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), Federación
Latinoamericana de Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
(FEDEFAM).
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