1 de julio de 2011

Como pensionistas responsables debemos continuar luchando de manera organizada

•¡Sí se pudo, sí se pudo!
•"La maldad, la injusticia y los atropellos imperan cuando nadie los detiene..." Anónimo.

El pasado 16 de junio se efectuó una sesión evaluativa en la Sala Auditivo - Visual de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, organizada por la Coalición de Pensionistas del IPE (la COPIPE), para informar a los interesados sobre las actividades y gestiones realizadas por el equipo directivo, así como para dar a conocer datos sobre el estado financiero que actualmente existe en dicho Instituto. El local resultó insuficiente para albergar a todos los que se dieron cita en dicho inmueble. Después de una exposición puntual de lo efectuado, de un informe del déficit económico que confronta el IPE y de opiniones y preguntas de los asistentes, se llegó al acuerdo unánime de tomar las instalaciones de la dependencia referida, a partir de las 6 de la mañana del día siguiente, conformándose comisiones para proceder en consecuencia. Es menester mencionar que desde el mes de diciembre de 2010, en que surge democráticamente la COPIPE, dicha organización ha efectuado con sus miembros y representantes marchas, plantones, diálogos con funcionarios, ruedas de prensa, cambios de impresiones con diputados, así como entrevistas radiofónicas y televisivas.
 
La toma de las instalaciones del citado edificio público obedeció a la ausencia de contestación a demandas específicas dirigidas al C. Gonzalo Morgado Huesca desde el 16 de mayo, las cuales son: "Uno, la devolución inmediata de los descuentos de la clave 413 a los pensionistas que lo hayan solicitado...y dos, que cumpla con su ofrecimiento de invitar a representantes de la Coalición a las sesiones del Consejo Directivo..." Así las cosas, les comunico que el pasado viernes 17 se ejecutó el compromiso de asamblea y desde el amanecer múltiples elementos que exigimos un Instituto de Pensiones ordenado y transparente nos posesionamos de la parte externa de dicha dependencia y colocamos mantas y carteles. Todos sabíamos a qué íbamos y cuáles eran las exigencias de ese momento, pero asimismo entendíamos que la lucha continuará, porque hay que salvaguardar al organismo humanista creado en las postrimerías de la década de los 50.

Es pertinente enfatizar que permanecen en el pensamiento de todos los enjundiosos jubilados y pensionados las banderas generales del movimiento, porque no habremos de conformarnos hasta que se hagan realidad cuestiones básicas como la rendición de cuentas, la transparencia en el manejo de los recursos, las auditorías externas, la democratización del Consejo Directivo e impere asimismo la austeridad, la administración clara y la información veraz. Durante esa mañana y tarde memorable campeó un ambiente fraternal; los rayos solares, los achaques y la fatiga no fueron obstáculo para aminorar el entusiasmo de los protagonistas, quienes aprovecharon el tiempo para elaborar carteles, narrar cuentos, distribuir volantes, recoger basura, distribuir agua y alimentos entre los compañeros. Otros hicieron uso del megáfono para emitir consignas que eran coreadas por los abanderados de la juventud acumulada. Se escucharon expresiones de combate: "El IPE no se vende, el IPE no se da; porque tiene pensionados con mucha dignidad... Jubilado conciente, ni se rinde ni se vende... Adelante, atrás, a los lados, aquí no hay acarreados... Auxilio, socorro se roban nuestro ahorro... Repudio total a la cuenta individual... Pensionados unidos jamás serán vencidos.... etc."
 
Algunos colegas bailaron y danzaron en un círculo al compás de rondas infantiles. Los periodistas eran atendidos por los comisionados de prensa y en medio de todo ese trajinar, transcurrían lentamente las horas y los funcionarios no hacían acto de presencia. Aproximadamente a las 11 de la mañana se presentaron unos elementos de gobierno y tuvieron conocimiento de las demandas. Se les dio un plazo de una hora para tener respuestas a los planteamientos y de proceder con omisión, los manifestantes indicaron que tomarían otras medidas. Transcurrido el plazo estipulado los pensionistas, con casi 6 horas de estadía, determinaron impedir el tráfico vehicular y ese fue el momento cumbre de la presión y también fue lapso singular en que apareció el Titular del IPE, quien en un diálogo abierto se comprometió por escrito a superar el problema. Esto es un buen inicio, pero como pensionistas responsables debemos continuar luchando de manera organizada; no podemos permanecer indiferentes ante el actual estado de emergencia del Instituto.
 
JELF/halt
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga.

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