En la plaza Lerdo, pobladores y guías de turismo, en su mayoría jóvenes, se manifestaron para exigir que se retroceda en la construcción de las seis presas que se tienen proyectadas ¦ Fotojarocha
Norma Trujillo Báez - viernes, junio 10, 2011
Rechazamos la construcción de las seis presas en el río La Antigua y en el río Los Pescados porque afectarán la ecología, dañarán las actividades de 43 comunidades que están asentadas a lo largo de la cuenca y tendrá un impacto negativo en un millón 200 mil personas, por eso, si el gobierno federal continúa con el proyecto las poblaciones iniciaremos una resistencia civil, señaló Jorge Alberto Mina Tejeda, presidente de la Asociación Mexicana de Guías de Río.
En la plaza Lerdo, pobladores y guías de turismo, en su mayoría jóvenes, se manifestaron para exigir que se retroceda en la construcción de las seis presas que se tienen proyectadas a lo largo del río La Antigua, que nace desde las faldas del Pico de Orizaba y de ahí se extiende hasta llegar al Golfo de México.
De la parte denominada río de Los Pescados, dijeron, “estamos inconformes porque hay estudios de impacto ambiental y causará daños, el caudal del agua ya ha bajado, deberían planear otro tipo de infraestructura que tuviera otro impacto ecológico”.
En la construcción de las presas hidroeléctricas cambiarían el periodo de veda,
afectaría todas las actividades económicas que se desarrollan en la zona, la pesca, la agricultura, la ganadería, el turismo que existe a lo largo de esta área, además del daño ecológico porque hay 60 especies que están en peligro de extinción .
Asimismo habrá daño a las actividades de 43 comunidades que están asentadas a lo largo de la cuenca y en el impacto a un millón 200 mil personas, reiteró Jorge Alberto Mina Tejeda.
Queremos –dijo– que tomen conciencia, que utilicen la razón las autoridades para aceptar, a lo mejor sería bueno para unos y afectaría a otros, “lo que nosotros queremos es que digan la verdad, porque desde hace un año está el proyecto de las presas y ahora dicen que es para llevar agua a otros municipios, hay algo escondido”.
La propia Semarnat hizo estudios y determinaron que hay un impacto cruel para el medio ambiente, además podría haber desplazamientos de poblaciones porque el turismo ha evitado que la gente se quede sin trabajo, no se ha afectado la agricultura, “por eso en caso de que el gobierno no retroceda habrá resistencia civil”.
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