Jairo guarneros
Zapateando.– A las 6 de la mañana del martes 31 de mayo, salieron libres los veintiún detenidos en Orizaba, diecisiete comerciantes, además de una mujer y tres hombres, estos últimos cuatro integrantes del movimiento nacional La Otra Campaña, quienes estaban detenidos en la Estación de Policía tras el violento desalojo que realizó la policía junto con empleados del ayuntamiento la madrugada del lunes 30 en el mercado Emiliano Zapata, en Orizaba, Ver.
"Alertamos –expresó Jairo Güarneros– porque está política se está llevando también en Córdoba y en otras ciudades del estado de Veracruz, donde estos gobiernos al servicio el modelo neoliberal están tratando de expropiar los centros urbanos para el beneficio de su propia clase, para sus negocios. Y en contra de quienes por décadas se han dedicado al comercio, como el mercado Zapata. Es lo mismo que ha pasado en otros lados, aunque no con las dimensiones de lo que pasó aquí, pero es la misma situación. Creo que lo que procede es que todos en Orizaba, quienes han sido violentados y agraviados por la autoridad –que ha demostrado tener una incapacidad impresionante–, tenemos que unirnos para para esto, porque si no lo paramos, lo hechos como lo que vimos en Orizaba, pueden ser lamentables. El director de policía, en vez de observar que sus elementos no cometan abusos, él mismo fue quien inició las agresiones. Qué podemos esperar: Es una policía salvaje, que no entiende razones, que en lugar de dialogar utiliza la violencia, el único recurso que tiene."
En entrevista telefónica, Jairo Güarneros Sosa, de la Otra Orizaba, a pregunta de si salen libres de cargos, contestó:
"Finalmente se tuvo que llegar a un acuerdo con las autoridades y el movimiento popular, porque en la cárcel teníamos a compañeros muy mal heridos, algunos con heridas de hasta 16 o 18 puntos, en la cabeza, y sin atención médica. Tuvimos que aceptar un convenio en el que las autoridades se desistían de los procesos legales y a la vez los comerciantes se desistían de promover cualquier asunto legal por el desalojo." La decisión se tomó porque "vimos que era necesario que los compañeros empezaran a tener atención médica, que les habían negado desde el principio". La mayoría de los detenidos "estaban heridos, algunos más, otros menos, pero todos."
– ¿Cómo fue la agresión?
– Fue una acción brutal. Fue una represión de la que no tenemos memoria que se haya dado en Orizaba. Fue con toletes fundamentalmente, con chipotes, además en algún momento también se oyeron percusiones de bala. Fue bastante brutal, la forma en que nos atacaron. No midieron, fue contra mujeres, jóvenes, adolescentes, incluso niños que fueron gaseados. Nos tocó ver cerca a un adolescente de 16 años que 8 antimotines lo estaban pateando y toleteando.
– ¿Los integrantes de la Otra Campaña detenidos contigo se encuentran bien?
– Están bien, sí los golpearon y los gasearon, pero están bien, fueron de los que menos salieron heridos. En cambio, los comerciantes sí fueron brutalmente golpeados. Además, en la cárcel, fue un trato totalmente indigno que recibimos todos. Al grado que hubo compañeros durante horas sin atención médica.
– ¿Policía municipal?
– Fue la policía municipal, que tienen al frente un director de policía que el año pasado o hace dos años se fue a Israel, a un curso sobre seguridad y, bueno, ya nos demostró qué fue a aprender en Israel.
– En la ciudad hay un contexto de represión, contra otros comerciantes. Incluso los del FPR están denunciando la desaparición de uno de sus compañeros (Gabriel Gómez Cañas, desaparecido el 25 de marzo de 2011)...
– Así es, también a ellos los reprimieron. Y la represión en el mercado Zapata fue mucho más brutal todavía que la que padecieron los integrantes del Frente Popular Revolucionario.
– El proceso legal de los comerciantes por sus espacios ¿cómo va?
– Sigue el proceso legal. Lo que el ayuntamiento puso como pretexto para desalojarlos fue que le dieron entrada, al ayuntamiento, a un recurso de queja ante la posición que había tenido en primera instancia el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Ante este recurso de queja, que fue admitido, se ampararon los comerciantes y se les había dado cita para saber la resolución del magistrado, que estaba revisando este asunto, en los primeros días de junio. El proceso legal continúa. Quien quebrantó el proceso legal, quien hizo acciones con sólo el documento en que le dieron entrada a su recurso de queja... eso fue suficiente para que (el ayuntamiento) montara este operativo. Han dicho que terminó el proceso legal ya terminó. Es falso. No ha terminado. Los comerciantes estaban en disposición de continuar con el proceso legal, mantenerse tranquilos. Como tres días antes de esta represión de había abierto una mesa de diálogo, con el síndico del ayuntamiento Guarino Castelán Crivelli, hermano del diputado local de Orizaba, Víctor Castelán. Se les había asegurado, en esa mesa, que no se iba a utilizar la fuerza pública en este conflicto, que ya tiene un buen tiempo en el mercado Zapata. Dos o tres días después, sucede esta situación de golpes, encarcelamiento ilegal, el actuar de la policía de una manera brutal e incluso del mismo director de policía.
– ¿Es uno de estos procesos de "hermoseamiento", de que quieren poner "bonita" la ciudad y la gente les parece fea?
– Sí, Creo que siguen esa corriente que en el país llegó hace muchos años con Acción Nacional (PAN), sobre todo en Puebla y en otros estados, en donde su campaña era por la limpieza de los centros históricos, sobre todo quitar a los vendedores ambulantes. En el gobierno anterior el presidente continuó con esa política de supuestamente embellecer Orizaba, pero solamente obras de relumbrón, que finalmente no benefician y perjudican a quienes también vivimos en esta ciudad y quienes trabajamos y nos ganamos la vida en esta ciudad, como los comerciantes del mercado Zapata, el segundo más antiguo que tiene la ciudad.
– ¿Cuántos comerciantes son?
– Se habla de unos 600 comerciantes al principio. Algunos fueron trasladados a otro mercado, en una fábrica textil. Te imaginarás cuáles son las condiciones, quizá el mercado más disfuncional del país, y las gentes mejor regresaron a sus antiguos lugares. Se fue incrementando el número y están amparados. Se hablaba de entre 600 y 700 que contaban con ese amparo todavía.
– ¿Ahora regresan al mercado?
– Siguen buscando alternativas. Hoy se han estado poniendo algunos a vender, no ha habido detenciones todavía. Están viendo la alternativa de un predio cerca del mercado para esperar el resultado del recurso que interpusieron, en los primeros días de junio. La idea es resistir en este predio que anteriormente funcionaba como estacionamiento. Es bastante grande y ahí caben ellos. Esperan que les permitan hacer esto y no los obstruya la autoridad.
– Hace semanas denunciaste que a raíz de una visita que hiciste al grupo de derechos humanos que está dando información sobre la presa hidroeléctrica en Zongolica, comenzaron una campaña negra de prensa en tu contra.
– Nos manifestamos públicamente, y ya en el fluir de la información, lo que estamos diciendo no era nada que estuviéramos inventando. Está la versión de los habitantes de esas comunidades: Les están pagando cien pesos por día (12 horas de trabajo) y están siendo sobrexplotados. Muchos incluso ya quieren renunciar. Todos los "beneficios", como decía el (ex) alcalde perredista de Zongolica, son totalmente falsos: Lo que vemos es abuso. Hay explotación. Es adjudicarse un recurso natural y generar energía eléctrica para particulares, mientras las comunidades en donde va a estar el proyecto no cuentan ni con energía eléctrica al cien por ciento. Todavía hay mucha deficiencia en este sentido en esas comunidades.
Con un llamado a todos los que están siendo víctimas de los desalojos violentos con el pretexto de "hermosear" las ciudades, sobre todo contra los comerciantes, concluyó Jairo Güarneros: "Creo que lo que procede es que todos en Orizaba, quienes han sido violentados y agraviados por la autoridad –que ha demostrado tener una incapacidad impresionante–, tenemos que unirnos para para esto, porque si no lo paramos, lo hechos como lo que vimos en Orizaba, pueden ser lamentables."
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